FASE GUSTATIVA DE LA CATA
Tras la vista y el olfato, pasamos a la última fase de la cata, en la interviene el sentido del gusto, el más desarrollado en la mayoría de personas.
En esta fase, introducimos (¡por fin!) el vino en la boca para identificar los distintos tipos de sabores presentes; así activaremos las papilas gustativas de la lengua.
El ataque son las primeras sensaciones que percibimos al sentir el vino en la boca. Con la lengua lo pasamos de un lado al otro y tratamos de apreciar los cuatro sabores básicos: salado, dulce, ácido y amargo. Se dice que un vino es redondo cuando logra el equilibro perfecto entre los cuatro.
En segundo lugar, y con la ayuda del tacto, analizaremos la textura. Notaremos que el vino es suave o untuoso. Para describir la textura de un vino nos valemos de los tejidos más exquisitos: seda, terciopelo y satén.
A continuación, una vez bebamos el vino, analizamos la vía retronasal. Para ello debemos expulsar el aire por la boca. Si durante un tiempo percibimos las mismas sensaciones, diremos que ese vino es de larga retronasal.
Y, por último, pero no menos importante debemos preguntarnos qué final nos deja el vino. Según la persistencia diremos que es un vino corto, mediano, largo o incluso muy largo.
Explicadas todas las fases de la cata, ¡solo queda disfrutar del vino!
#4pasosvinodeloso