¿Qué es y cómo influye el terruño en el vino?
El origen, el lugar en el que nace un viñedo determina por completo las características de la uva y, consecuentemente las del vino. Por eso dos vinos elaborados con la misma variedad de uva nunca son iguales. No es que sean mejores o peores, simplemente son diferentes.
El conjunto de interacciones entre clima, suelo, material vegetal y saber hacer puestas de manifiesto en el entorno vitícola enológico es lo que se conoce como terruño o “terroir”.
¿Y cómo influye el terruño en el vino? Esto va a depender de todos y cada uno de los factores que lo componen. Algunos de los más destacados son:
- El suelo: es uno de los principales factores que definen el terruño. La composición del terreno, sus propiedades químicas, hídricas, térmicas u ópticas, van a condicionar las características de la vid y las uvas.
- El clima: las temperaturas, la oscilación térmica, las precipitaciones, la humedad, el viento, las heladas…, van a condicionar las cualidades de las uvas obtenidas. El clima va a condicionar la evolución del suelo (pedogénesis) y sus características, condicionando doblemente el terruño.
- El factor humano: por último, pero no menos importante, el factor humano también influye en el resultado obtenido. Aquí englobaríamos todas las prácticas tradicionales en viticultura, así como también por la tecnología empleada en la elaboración del vino. Desde la elección del sistema de conducción, buscando por ejemplo mayor o menos exposición al sol y/o distancia al suelo, los diferentes tratamientos que se le realizan al viñedo para prevenir o tratar enfermedades, la poda, etc., todo va a influir en el resultado final.