Tipos de corchos y tapones

La evolución del vino no se acaba con su embotellado, sino que este sigue su desarrollo en el interior de la botella hasta que es consumido. Esta evolución va a depender de cómo se almacene y conserve el vino, así como también de su tapón. Si, has leído bien. De su tapón. ¿Sabías que no todos los corchos y tapones son iguales? Cada uno de ellos tiene una serie de características que pueden llegar a condicionar el desarrollo del vino en botella.

El cocho tradicional, también llamado corcho natural, es el tipo de corcho más común. Este garantiza un sellado óptimo de la botella y un envejecimiento idóneo del vino siempre que este se almacene de forma adecuada. Está compuesto en su totalidad por corteza de alcornoque y normalmente se emplea en vinos de gran calidad y envejecimiento. Dentro de esta tipología, existen diferentes calidades. Su ligereza, elasticidad, porosidad, resistencia y capacidad de compresión facilitan la conservación y evolución del vino. Aporta aromas, textura y color al vino, e influye en el proceso de vinificación. Con el sobrante del corcho que se emplea para la fabricación del corcho natural se hace el corcho aglomerado, siendo así una de las opciones más económicas.

Por su parte, los corchos de espumosos y cavas son especiales ya que deben soportar las elevadas presiones del gas que contienen las botellas. Por ello, poseen un diámetro mayor y están compuesto por un cuerpo de aglomerado muy denso con 1, 2 o 3 discos en sus extremos. Son muy estables y resistentes y evitan la oxidación prematura del vino.

No todos los corchos son elaborados con corcho natural. Un buen ejemplo es el corcho sintético, fabricado con plástico y con un precio más económico. Su mayor ventaja es que no aportan ni sabor ni olor al vino, y garantizan que este no se vea afectado por el hongo TCA. Así mismo, el diseño permite colores más divertidos y llamativos.

Otra de las opciones que encontramos para cerrar una botella de vino es el tapón de rosca. Generalmente está fabricado con aluminio y, aunque en España no está tan extendido su uso, en países con Estados Unidos o Australia son muy comunes. Su principal y mayor ventaja es la practicidad, así como la preservación especialmente de aromas frutales.

Por último, el tapón de vidrio es otra de las opciones que encontramos para tapar una botella de vino. Este es un tapón totalmente neutral que no aporta sabor y ofrece un aspecto de vino Premium y que se emplea mucho en vinos jóvenes en las zonas de centro Europa. Un aspecto para destacar es que son reciclables.

Ya ves que existen muchos tipos de corchos o tapones y que cada una de ellas ofrece una serie de ventajas diferentes. El cierre más apropiado dependerá de múltiples factores, como la tipología del vino, el tipo de consumidor al que va dirigido, el modo de consumo… ¿Con qué tipo de tapón te quedas?

Compartir